Malditos Gajes del Oficio

Hoy fui al centro y, como siempre, me lleve la guía de bolsillo. Y, como siempre, a pesar de tenerla en la mano, me perdí. Faltando 30 minutos para el horario de la consulta, decidí dejar de dar vueltas siempre alrededor de las mismas malditas diagonales (que sólo fueron inventadas para que gente como yo se pierda) y preguntarle a alguien para qué lado quedaba la calle "X". Paré en un kiosco y salió a atenderme un tipo feo feo feo como la ecografía de un feto. Una cara muy rara, el tipo, perfecta para dibujar un retrato... le pregunté y el tipo empezó a explicarme: "tenes que hacer una cuadra para allá y después..." y mientras él hablaba yo estaba demasiado enfocada en los rasgos, en el perfil, qué angulo más raro la nariz y mirá lo que es esa pera... "y cuando doblas vas a ver un puesto de diarios..." y me parece que tiene un ojo más abierto que el otro... sip! el izquierdo es más grande.. "Entendiste, flaca?" y entre lo raro de la cara y el embelesamiento de que me hayan dicho flaca le dije que sí. Y, malditos gajes del oficio mediante, me llevo otros veinte minutos y una segunda explicación (esta vez de una señora muy amable y de rasgos muy comunachos) poder llegar hasta el consultorio.