Hoy: Mi práctica deportiva

-Exposición de la teoría del metro radial-

No me gusta el deporte. Ni un poco. Sencillamente no entiendo la idea de perseguir como loca un cacho de cuero con aire (léase: pelota). No sé, me recuerda el dibujito del Coyote y el Correcaminos (¿Será que soy así de mala...? Sip!). O sea: corres, transpiras, te tiras al piso, te cagan a golpes... y todo por perseguir una pelota?! Ni en pedo!
De todos modos, cuando me tocaba la clase de gimnasia no me podía hacer l viva siempre, de vez en cuando algo me tocaba hacer... Y aquí viene mi teoría del metro radial. Sirve para cualquier deporte.
Esto es sencillo: Mis brazos tienen aproximadamente un metro de largo. Mis piernas no pueden ser muy distintas (a pesar de todo conservo cierta simetría). Y yo NO corro. Por lo tanto, si la pelota viene a mi (ya dije que no corro, no?) para que yo le pegue o considere que es mi turno de hacer algo con el cacho de cuero inflado, tiene que venir a un metro o menos del lugar donde estoy parada, tiene que caer a un metro a la redonda de mi persona (que dicho sea de paso se presta para lo de "redonda"). Si no, pegarle no es mi obligación.
Ejemplifico: Cancha de Voley. Yo jugando atras al centro. En una cancha de voley, cada jugador tiene aproximadamente un area de 3 x 3 mt. a cubrir. Yo cubro un metro cuadrado aproximadamente. Por lo tanto, a mis compañeras de los costados y de adelante se les sumaba un metro más de area, ¿Se entiende? Si un día estba de muuuuuy buen humor y me sentía atrevisa, talvez hacía un pasito más y le pegaba a la pelota. Y despues salía con carita de orgullo de la cancha.
La peor parte de todo esto es que ahora que no voy más al colegio y que podría zafar del ejercicio, voy al gimnasio. Y termino pagando para que un sádico me haga hacer de todo en cualquier cantidad de maquinuchas...
Tarada!