Am Just Like a Dog Chasin his own Tail II

Mengano llamó de vuelta -por favor, abstenerse de hacer ningun tipo de rimas con Mengano, eh!-. Empiezo a pensar que no soy yo la que da vueltas en círculos como perro persiguiendo su propia cola, sino él.
Ya es rutina: llama al cel, yo no atiendo -a todo esto, el número de celular es otro y yo no te lo pasé, como mierrrrrrrrda lo tenes?!-, me deja un correo de voz que yo no escucho, y él lo sabe, así que llama a casa y al cuarto llamado mi mamá se apiada, lo atiende y me lo pasa. Y entonces me cuenta de su vida, de cómo ha cambiado en los últimos meses, que la verdad le hizo muy bien estar un tiempo y solo y que ahora podríamos hacer otro intento porque las cosas serían distintas. Y yo digo que no, y el tipo me insulta, me pregunta si hay otro y después se larga a llorar como un bebé. Y yo, en lugar de cortar y/o decirle las cuarenta verdades que se me agolpan en la garganta, le digo que se calme, que ya va a encontrar a otra... hasta que se calma y corta.

Conclusiones:
1.- Como decía la canción: "mi amoooorrrrrrr... NO ENTENDES NADA!!!!!"
2.- La culpa es mía por buscarme tipos que me reducen al status de un respirador artificial ("sin vos no vivo"... TARADO! NO VES QUE SEGUIS RESPIRANDO?!)
3.- Uno de estos días me va a pudrir y ya no me va a dar pena mandarlo a la concha de su madre. Y dicho sea de paso, la madre debe tener el útero ambientado como un departamento a la espera de que el nene vuelva, porque el cordón umbilical sigue intacto. Como esas correas de perro que cuando el animalito se te va muy lejos apretas un botón y lo trae arrastrando del pescuezo.
4.- El día que realmente lo mande a la concha de su madre (la concha será el garage???), la hija de puta que no lo entiende voy a ser yo y él una pobre víctima...