Mente Corporativa

Brenda y Sofía, hermanitas de 11 y 8 años, le pidieron a la mamá, Verónica, que las lleve al Shopping Plaza Oeste a ver a papá Noel. Hasta aquí, normal. Cuando Vero llamo para cumplir con la obligación de desear felicidades por las fiestas, hablé con Brenda y tuve la suerte de llegar demasiado tarde y que la conversación se grabe en el contestador, porque es demasiado buena:
Yo: Así que fuiste a ver a Papá Noel?
Brenda: Sí, pero no era papá Noel...
Yo: Cómo que no? (mirá si la nena ya sabe que no existe y yo quedo como una pelotuda o si todavía no sabe y vengo yo a cagarle la fantasia y la madre me mata?!)
Brenda: (todo de corrido y sin puntuación, así que disculpen el desorden)Y no, no era él. Porque yo ví en una película que Papá Noel tiene una fábrica de juguetes y los hace hacerlos a los enanitos esos y lleva regalos a toooooodo el mundo asi que debe ser así como re re grande y esta en el polo norte. Y Cami fue ayer al Abasto y lo vió y yo tambien lo vi pero acá así que me parece que Papá Noel tiene señores que se disfrazan de él y él se queda en su casa dando ordenes como dice mamá que hace el jefe de ella, entendes?
Yo: (con absoluta desazón) Sí, mi amor, entiendo.
Brenda: Bueno, pero no le digas a Sofi porque ella piensa que es el de verdad.
Conclusiones: Esta nena es la versión de Mafalda de carne y hueso y entiende el mundo mucho mejor que yo. Además, qué al pedo que estoy para transcribir una conversación del contestador telefónico...