NEURONAS QUEMADAS DIVAGANDO
-peligro de catarsis-

miércoles, diciembre 13, 2006

El Colectivero

Hoy, un nuevo individuo para la colección de reventado sociales: El colectivero.
Antes de que alguien me mate, debo aclarar que no hablo de los colectiveros en general sino de uno en particular. El Sádico de la línea 97. No sé su nombre ni el horario, pero seguro que si lo leyera algún pasajero de la línea, sabe de quién hablo.
Este hombre disfruta de llenar el colectivo al punto de que la gente vaya colgada del estribo de la puerta de adelante. Mi teoría psicológica superavanzada dice que el señor no tolera el contacto humano por lo cual, si llena el colectivo lo suficiente puede imaginarse que lleva sardinas enlatadas y así la jornada se le hace más fácil. Y además, así no debe cuidarse de las frenadas bruscas, de los lomos de burro que pasa por arriba como si fueran rampas haciendo que el colectivo caiga después de cada uno y mucho menos de que las personas terminen de subir al colectivo antes de que el arranque...
Calculo que debe tener algo de sociópata el caballero porque juro haber visto una sonrisita disiumlada cuando la pobre viejita casi queda pegada al parabrisas cual insecto en la ruta cuando él arranco y freno de golpe porque el semaforo (maldita máquina del diablo que le impide cumplir con los tiempos) se puso en rojo...
En fín, simplemente otro habitante de la jungla urbana...

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