NEURONAS QUEMADAS DIVAGANDO
-peligro de catarsis-

sábado, marzo 17, 2007

Con esos tacos me queres hacer creer que no podes estar parada?????

Sábado, 9:30 de la matina, malhumor y sueño acumulado, Chechus vuelve a subirse a un colectivo por enésima vez en la semana para ir a buscar los RX. (Saben que? mejor obviemos lo de hablar en 3º persona porque me siento Maradona y esto es feo-feo-feo....).
Me senté en los asientos del medio del bondi, previniendo que si se subía alguna embarazada/madre con chicos/vejeta me tocase levantarme. Sí, ya sé, hay que ser muy mierda para hacer eso, pero vamos, che, que todos lo hacemos... La cuestión es que el 628 es un colectivo muuuuy chiquito y se llena enseguida. Adelante, en los primeros tres asientos, iban tres pendejos pelotudeando con los celulares. Se subió una vieja muy fea pero muy emperifollada y su hija, tan fea y tan emperifollada como la madre, pero menos vieja, por supuesto.
¿Vieron que cuando las viejas se suben al bondi miran a la gente a los ojos para ver si alguien les cede el asiento y cuando no funciona se te paran al lado y se quejan de cuánto les duelen las piernas? Bueno, ooootra vieja poco original esta que subió al colectivo... Me sentí un poco culpable y mi primer reflejo fue mirar para abajo porque sé que si la miro me siento forra y me levanto. Me excusé pensando que los primeros asientos están reservados para estos casos y el mío estaba al medio (mi conciencia me gritaba forra todo volumen, pero los walkman son buenos amigos). Como decía, al mirar para abajo ví que la señora vejeta tenía unos (horripilantes y viejos) zapatos con tacazos. Tacazos, no taquitos, TA-CA-ZOS. Evidentemente podía estar parada...
Siguiente parada: sube una pobre vieja encorvada, hecha pelota pobre mujer. Ni un alma caritativa que se levante y le ceda el asiento. A todo esto, la hija de la vieja taconuda ya estaba al lado mío y me miraba con cara de orto por no levantarme. yo, miraba fascinada x la ventanilla. En eso me tocan el hombro y esta vieja a medias (léase hija) me dice de mul mala manera: "Ehhh... disculpame, te molestaría mucho cederle el asiento a mi mamá? porque es una MUJER MAYOR (recalcando las palabras con un aumento del volumen de voz bastante molesto) Y NO PUEDE ESTAR PARADA...". Todo el mundo se da vuelta a mirarme, yo con la jeta de todos colores (parecía el loguito de gay friendly) estaba apunto de levantarme, cederle el asiento, bajarme del bondi y tomarme el que sigue para evitar la mirada desaprobatoria del resto del pasaje. Y de golpe me dí cuenta de que me lo estaba pidiendo mal, de que en realidad no era mi obligación (ok, suena pedorro, pero la realidad es que primero tenían que levantarse los tres pendorchos de los asientos de adelante) y de que con ese par de tacos podía estar parada evidentemente y de que además la otra pobre vieja sí que no daba más y de que yo estaba de muy malhumor como para tolerar estas dos viejas chetas rompiendome las pelotas y...
"Sabe qué, señora? ( todo con una sonrisita muy irónica) Los asientos reservados para las personas con dificultades motrices (ja! esa no se la esperaban, eh?) son los asientos delanteros y yo voy a ceder mi asiento, pero a la señora que está parada a lado porque es evidente que a ella sí le cuesta estar parada y si su madre puede usar esos tacos, dificultades motrices las pelotas..." (ok, se me fue el glamour y la educacion al demonio, ya sé, pero cuánto se creán que iba a durar?). Asique me levanté y llamé a la señora que sentó con cara de alivio y me dió las gracias muy amablemente mienras estas dos viejas chotas me miraban con cara de culo...
Je! qué boludez, pero qué satisfacción...! (Mierrrrrda que soy simplona, soy felíz con tan poco...!)

2 comentarios:

Isil dijo...

yo siempre quise hacer eso pero no me animo.

te agarro taquicardia?

Chechu dijo...

Taquicardia no... pero la cara me quedó colorada el resto del viaje y puedo jurar que la vieja taconuda me miró con odio hasta que me bajé...