De la Asfixiante Sensación de Dejar de Fumar

Sí, ya sé, me estoy poniendo repetitiva, pero... qué quieren que le haga? si en lo único que pienso es en retomar los palitos de cáncer...
Llega a mi rescate el señor Gillespi* para comentarles qué se siente dejar de fumar. Yo no podría haberlo dicho mejor:

"(...) y obviamente por el clásico y eterno intento de dejar de fumar. Tarea nada fácil, ya que el cigarrillo con el paso del tiempo empieza a ocupar todos los huecos de nuestra vida.Es un apoyo, un sostén, un soporte,, podríamos decir que es el gran ganador al Oscar por actor de reparto. Está en cualquier lado, absolutamente todo en la vida comienza a estar relacionado con él.El desayuno y el primer faso, leer el diario encendiendo el segundo, el tercero para antes de almorzar, el cuarto para ir al baño, el quinto después de almorzar, el sexto luego del cafecito y así en más durante todo el día.Aquellos momentos que considerábamos vacíos tales como viajes intrascendentes, esperas aburridas, al hablar por teléfono, al cortar la llamada, expectativa previa a hacer el amor, desilusión después de hacer el amor, los ha ocupado el cigarrillo.Como un compañero de vida, como un gran hermano (¿será por eso que hace mal?) aquel diminuto canuto de papel relleno de tabaco -y vaya a saber qué más- está ahí cuando lo necesitamos, a mano, y siempre dispuesto a darnos una ayudita.Ahora bien, cuando uno decide no fumar más se encuentra con infinidad de huecos durante el día que carecen de sentido. Uno no sabe que hacer en esas situaciones, uno no sabe qué hacer con las manos y mucho menos qué hacer con la ansiedad desesperante con la cual empezamos a convivir. Más que momentos vacíos, el día mismo se transforma en algo descafeinado. (...) Lo cierto es que igualmente, pese al esfuerzo, todo el día hablo del cigarrillo. Soy un fumador psicológico. Me he transformado en una especie de pastor evangelista llevando mi prédica por aquí y por allá.Es que quien ha dejado el hábito de fumar adquiere el nuevo hábito de vanagloriarse de haberlo dejado. En resumen, un rompecocos fundamentalista e insoportable.Igualmente, hay algo a favor de los fumadores y es que son un ejemplo de tolerancia, jamás he oído una queja de un fumador hacia un no fumador (...)"

*el blog de Gillespi es Almacén, el link está en Otros blogs (+) interesantes.