NEURONAS QUEMADAS DIVAGANDO
-peligro de catarsis-

miércoles, abril 11, 2007

Anécdotas con Nicotina -¡NostalgiaAttack!-

No es sano, pero ya dije mil veces que soy masoquista, y así como me torturo con música deprimente cuando estoy trsite, también me torturo pensando en aquello que no puedo hacer, en este caso: fumar.
Esto de salir a fumar a las 4:30 me hizo acordar de los primeros cigarrillos, recuerdocon especial cariño las siguientes anécdotas:
*La primera vez que quise hacerme la adulta fumando y terminé tosiendo patéticamente enfrente de todo el mundo.
*Cuando probamos el primer cigarrillo con R. y con P., R. se trago todo el humo y penso que se iba a morir asfixiada y se asustó (ok, no era una chica de muchas luces...). El mismo día, Faustino, el conserje del colegio, pasó cerca y nos saludó. No estabamos fumando en ese momento, pero por algún motivo (paranoia preadolescente) pensabamos que él sabía que habíamos estado fumando (si a eso se le podía llamar fumar, yo hubiera dicho toser) y nos volvimos corriendo a la escuela por otro camino mucho más largo y llegamos tarde a gimnasia y estuvimos toda la clase con miedo de que aparecieran Madre Lía, Faustino y nuestros viejos a cagarnos a pedos...
*Cuando salíamos a fumar a la vuelta del colegio antes de gimnasia o de computación y después nos pasabamos perfume por las manos, nos tirabamos litros de desodorante Impulse (el violeta, que no me acuerdo el nombre) y nos atabamos el pelo para fumar, para que no nos quede el olor y tirabamos el humo para el lado que soplaba el viento para que no nos quede encima... Y la vecina con batón nos miraba como diciendo "Miralas... reventadas de chiquitas...!"
*Las charlas filosóficas que teníamos con G. cigarrillo de por medio eran maravillosas. Dudo que podamos tener las mismas charlas sin los palitos cancerígenos de por medio, eso de fumar y tener el ambiente lleno de humo y nosotros dos vestidos de negro era una cosa muy bohemia...
*Una tarde de Verano nos fuimos con M. a la reserva ecológica. Nos llevamos mi walkman con los parlantitos, dos botellas de Pronto escabullidas en las mochilas, una buena reserva de papasfritas y demás frituras y mis CamelBox de 20 y sus PhilipMorris... Nos metimos por entre los arbustos y bajamos a la playita del Río (que de lejos no se ve que es un asco). Nos quedamos hablando de idioteces toda la tarde y canturreando con la Mega a todo volumen. O al menos a todo el volumen de mi walkman. Qué tarde...!
*Cuando M. convidaba una seca sólo para ver si ese día me había puesto labial de frutilla...!

Definitivamente, El cigarrillo más que una adicción física, es una adicción psicológica...

No hay comentarios.: